JORGE "CHINO" GONZÁLEZ

Licenciado en Artes con mención en Diseño Teatral por la Universidad de Chile. Ha trabajado en escenografía, iluminación y vestuario, participando en alrededor de ciento sesenta montajes teatrales. Fue parte de proyectos con la ex Compañía La Troppa, en obras como Pinocchio y Viaje al centro de la Tierra, y con la compañía RKO Fábrica de Sueños en montajes como El Ejecutor, En la soledad de los campos de algodón, Roberto Zucco y Taba Taba. También ha realizado diseño para ópera y ballet en el Teatro Municipal de Santiago y colaborado con CoArtRe en contextos carcelarios e inclusivos. En el ámbito académico ha impartido clases en la carrera de Diseño Teatral de la Universidad de Chile y en el Club de Teatro de Fernando González. Fue nominado al Premio Altazor 2014 por la obra Coronación.

Metodología

Esta obra fue por encargo del Teatro Municipal de Santiago, y fue el primer ballet clásico del diseñador, abordado desde una investigación histórico-estética sobre Nijinska y el constructivismo ruso. La idea rectora —tomada de la propia Nijinska— fue “movimiento y simplicidad”, donde el proceso partió con propuestas formales (sin color) para que la coreógrafa Batara se apropiara del concepto; luego se iteró en conjunto hasta consensuar materialidades, siluetas y usos en escena.

Fase inicial

La inmersión en referentes estuvo basado en Nijinsky, Diaghilev, Goncharova, Tatlin; y además en el contexto de los Ballets Russes. Se estudió la figura y práctica de Nijinska —en relación a la gestualidad, guantes blancos, carácter— y se definió un marco de trabajo que privilegiara lo funcional para la coreografía y la lectura plástica desde un espacio más íntimo y de sombras. Una hipótesis formal inicial derivó de la Torre de Tatlin —descomposición en espirales— como motor de “movimiento”.

Diseño

Este se inicia con la presentación de bocetos aprobados por Batara; luego la aplicación del desarrollo cromático y de detalle. Para la intérprete de Nijinska se trabaja un overol de seda azul —propio de los años ‘20 al ’50— como emblema de trabajo y modernidad. Para el cuerpo de baile femenino se usan vestidos base con teñido lateral —de grafito y marengo a perla— que cambia de lectura según el ángulo. Para el masculino se usa un pantalón tipo palazzo oxford de época y camisas de viscosa en perla. Se mantuvo la premisa de simplicidad y capas sobre el vestido base, con accesorios mínimos, como guantes.

Realización

Se realizaron ensayos de factibilidad junto a un equipo interdisciplinario —tests 3D de la idea Tatlin con Eduardo Jiménez—. Por costos de producción se descartó la estructura cinética y se optó por soluciones escénicas de menor complejidad con fuerte trabajo de sombra. La producción final estuvo a cargo de la sastrería del Municipal —liderazgo técnico de Pablo Núñez—, con teñidos especializados en degradé lateral, corte y confección seriada —vestidos, camisas y pantalones—. Se realizaron ajustes de calce en pruebas y cierre en diálogo con requerimientos coreográficos. El resultado fue: un vestuario depurado, móvil y legible que traduce el ideario constructivista a escena sin perder funcionalidad.