PABLO GODOY
Arquitecto y diseñador teatral chileno de la Ciudad de La Serena. Es licenciado en Arquitectura de la Universidad de La Serena. Forma parte del Colectivo Velocidad de la Luz, junto a Luis González y Francisca Villagrán. Este es un colectivo de experimentación audiovisual fundado en 2018 en la ciudad de La Serena, donde han desarrollado diversos proyectos de experimentación, fusionando lo urbano con el arte, y empleando la luz como medio de expresión. Han colaborado con proyectos como la ópera Dido & Aeneas, el bio-drama Trash, y la obra Víctor Trasciende, además de participar en la creación visual de Átropos.
Metodología
Desarrollada por el colectivo La velocidad de la luz (Pablo Godoy, Francisca Villagrán y Luis González), la obra surge desde un proceso colaborativo con el director y el intérprete, integrando arquitectura, Diseño Escénico y experimentación lumínica. Se abordó como una práctica instalativa y performativa en residencia, donde el trabajo con maquetas físicas y virtuales permitió construir una dramaturgia visual paralela al texto. El enfoque metodológico buscó una visualidad artesanal y análoga, capaz de dialogar con recursos digitales en un lenguaje de luz, escala y memoria.
Fase inicial
La investigación comenzó con el análisis del guión y la reunión de remontaje, donde se propuso traer al presente la memoria de La Remolienda a través de un telón teñido y deslavado, símbolo del tránsito entre pasado y presente. A partir de este gesto, el equipo definió la noción de “espacios lumínicos” como unidades de tiempo y emoción, inspiradas en las llamadas telefónicas del texto. Estos espacios articularon la relación entre la voz, la ausencia y la proyección como metáfora del recuerdo.
Diseño
El dispositivo escénico se estructuró sobre tres elementos: una tela frontal y trasera de proyección, una silla y una guitarra. El telón opera como frontera permeable entre lo real y lo onírico, soportando proyecciones geométricas y sombras de gran formato. La luz define las transiciones entre presente (naturalista), pasado (geométrico) y momentos épicos donde el cuerpo del actor se agranda en seis metros de sombra. El lenguaje visual combina referencias de gráfica sesentera y mapping arquitectónico, configurando un entorno de alta densidad simbólica.
Realización
La obra se materializó durante una residencia de dos meses en el Circo La Cuarta Estación (Coquimbo), donde se experimentó en escala real con los recursos lumínicos y materiales. A partir de maquetas, pruebas de proyección y registros de ensayos, se ajustaron proporciones del telón y transiciones de luz según las dimensiones de cada sala. El resultado es una pieza portátil, adaptable e itinerante, que conserva su potencia simbólica mediante la economía de medios y el equilibrio entre materialidad artesanal y tecnología contemporánea.

