RAMÓN LÓPEZ
Arquitecto y diseñador teatral chileno, con estudios de posgrado en escenografía, iluminación y vestuario en la Ópera Nacional Inglesa. Miembro de la Academia Chilena de Bellas Artes desde 1998, ha desarrollado su trabajo en el diseño de más de cien producciones teatrales y cuarenta óperas. Sus ámbitos de trabajo incluyen la escenografía, la iluminación, el vestuario y la consultoría en arquitectura teatral. Ha publicado Ramón López Cauly, 40 años de diseño teatral (1968–2008). En la Universidad Católica de Chile ha sido director de la Escuela de Teatro, Decano de la Facultad de Artes y, desde 2024, profesor emérito. Entre sus reconocimientos destacan los premios APES, del Círculo de Críticos de Arte y el Premio Presidente de la República 2023.
Metodología
Encargado por el Teatro Municipal para reversionar su propia producción (1993), López retomó el título con estudio detallado del texto, croqueras, bocetos, maquetas y planimetría, integrando además la regie. El enfoque buscó una ópera potente y de costo contenido: dispositivo único, reutilizable y de alto rendimiento visual, afinado luego en ensayos con criterios de claroscuro e impacto dramatúrgico.
Fase inicial
La investigación se centró en ambición, traición, muerte y ciclo del poder. Desde apuntes y lecturas, definió una imaginería “cíclica”: la obra abre y cierra con coronaciones en espejo, subrayando que el poder se repite. Se estableció el uso de un tul metálico frontal (silver tul) para proyecciones abstractas (nubes, materia) que modulaban la visibilidad del escenario.
Diseño
El eje escénico estuvo puesto en la “máquina de guerra”: un gran muro doble y giratorio con cuatro carros laterales y un carro central, revestido con relieves de restos bélicos, osamentas y runas. El dispositivo admite múltiples posiciones (diagonales, cierres, aperturas) para escenas como brujas, banquete, dormitorio y avance del bosque de Birnam; mientras que gasas y tules permiten transparencias y apariciones. En la producción original el vestuario fue de Pablo Núñez; y la versión actualizada reforzó texturas de “entierro” y proyecciones sobre el tul.
Realización
A partir de maquetas físicas/digitales y fotomontajes, se secuenció el giro del dispositivo por escenas (layout para tramoya) y se ajustaron ubicaciones/acciones durante ensayos, afinando la luz en clave de contraste y diagonales. La propuesta, probada históricamente (1993 y reposición internacional posterior), fue entregada antes de la pandemia con planos, módulos y utilería para una remontaje ágil, manteniendo la lectura cíclica del poder como sello visual y dramatúrgico.

